Pimobendan en enfermedad cardiaca perros

Pimobendan en el tratamiendo de enfermedades cardiacas en perros

¿Qué es el Pimobendan?

El Pimobendan es un medicamento de uso veterinario que aumenta la fuerza de contracción del corazón en perros y cuya alta eficacia ha sido demostrada por la comunidad científica veterinaria para el tratamiento de la falla cardiaca en perros [1–3].

El medicamento disminuye significativamente síntomas como la intolerancia al ejercicio (cansancio) y la dificultad para respirar, entregando calidad de vida y mejorando el pronóstico de vida de los pacientes que padecen falla cardiaca.

IMPORTANTE: El Pimobendan solo debe ser administrado bajo supervisión médica veterinaria.

¿Cómo actúa el Pimobendan?

El calcio es un electrolito muy importante para el funcionamiento de los músculos en el cuerpo ya que ayuda a generar la unión de las fibras musculares. El Pimobendan actúa aumentando la sensibilidad al calcio de las células musculares, lo cual produce una mejora en la fuerza de contracción cardiaca.

El medicamento también genera vasodilatación, ayudando a que la sangre pueda fluir con menor resistencia, y por lo tanto, reduce la carga o esfuerzo que debe realizar el corazón [4].

A pesar de aumentar la fuerza del músculo cardiaco, es el único medicamento que logra este efecto sin incrementar el consumo de oxígeno y por lo tanto sin generar más estrés en el corazón del perro.

Forma de uso

El Pimobendan se administra por via oral y tiene una absorción de entre el 60 y el 63%. Su absorción disminuye si se administra con la comida, por lo que se recomienda dar en ayunas, una hora antes del alimento.

La dosis diaria recomendada es de 0.5 mg por cada kilogramo de peso del paciente. Para obtener el mejor efecto del medicamento, se recomienda que la mitad de la dosis diaria se administre en la mañana y la otra mitad en la noche.

Por ejemplo, para un perro de 10 kg, la dosis diaria sería de (0.5 mg) x (10 kg) = 5 mg de Pimobendan, y se recomendaría administrar 2.5 mg en la mañana y 2.5 mg en la noche.

La principal vía de eliminación es por las heces 95% y el 5% restante es por vía renal, siendo muy seguro en pacientes con falla renal. [1,5]

Contraindicaciones y reacciones adversas

El Pimobendan es en términos generales un medicamento muy seguro. Se han registrado muy pocos efectos adversos donde solo 1 entre 10.000 animales puede llegar a presentar alguna reacción gastrointestinal como vómito y diarrea, reacciones sistémicas como letargia o anorexia o efectos cronotrópicos positivos (aumento de la frecuencia cardiaca) moderados [1].

Debido a que el medicamento se metaboliza en el hígado, no se recomienda en pacientes con insuficiencia hepática grave. Se recomienda tener precaución en pacientes con diabetes ya que puede aumentar los niveles de glucosa sérica.

¿En qué tipo de patologías está indicado el Pimobendan?

Las principales patologías cardíacas dónde se recomienda su uso son la enfermedad valvular crónica y la cardiomiopatía dilatada canina.

Enfermedad valvular crónica

También conocida como enfermedad valvular mixomatosa mitral, es la enfermedad cardiaca más común en perros. Se produce por una degeneración progresiva en alguna de las válvulas del corazón, ocasionando regurgitación de la sangre hacia las aurículas e incrementando de manera crónica el tamaño del corazón.

Los perros con mayor predisposición a presentar la enfermedad son aquellos de razas pequeñas como French poodle, Schnauzer, Pinscher, Beagle, Cocker Spaniel, entre otros. Usualmente la enfermedad aparece después de los 7 años de edad.

Para comprender el efecto del Pimobendan para tratar esta enfermedad, es oportuno mencionar los 4 estadios de la enfermedad que han definidos por un panel de cardiólogos veterinarios expertos del colegio Americano de Medicina Interna Veterinaria (ACVIM por sus siglas en ingles). Esta clasificación es utilizada a nivel mundial para el diagnóstico y tratamiento de esta patología [6]:

Estadio A: Perros con alto riesgo de presentar la enfermedad, pero que no tienen cambios estructurales cardiacos.

Estadio B1: Perros asintomáticos, que no tienen cambios radiográficos ni ecocardiográficos de remodelación cardíaca en respuesta a la enfermedad valvular.

Estadio B2: Perros con regurgitación valvular avanzada y que presentan signos clínicos cómo consecuencia del agrandamiento de las cámaras cardíacas izquierdas.

Estadio C: Pacientes que tienen o tuvieron signos de falla cardiaca (edema pulmonar).

Estadio D: Pacientes con signos clínicos de falla cardíaca que son refractarios al tratamiento (resistencia a diuréticos).

En un estudio multicéntrico realizado entre 2010 y 2015* en 36 centros especializados en cardiología veterinaria de Estados Unidos, Reino unido, Alemania, Francia, Japón, Suecia, Italia, España, Canadá, Australia y Países bajos, se evaluaron 360 perros en fase preclínica de la enfermedad (B2), se les realizó examen clínico, ecocardiografía y radiografía torácica.

Posteriormente se dividieron en 2 grupos de manera aleatoria: el primer grupo fue tratado con Pimobendan y el otro grupo con un placebo. Los perros estuvieron en constante chequeo, donde se tuvieron en cuenta diversas variables y se estimó el tiempo en llegar a la fase congestiva de la enfermedad en cada uno de los dos grupos [3].

Antes de este estudio, no se tenía conocimiento del efecto positivo que tenía el medicamento en la fase preclínica, ya que solo se usaba en pacientes en estadio C (falla cardiaca).

Demostraron que los perros en estadio B2 tratados con Pimobendan, en comparación con el grupo placebo, obtuvieron un 60% de prolongación del periodo preclínico y se alargó aproximadamente 15 meses el tiempo para desarrollar la falla cardíaca o para morir a causa de la enfermedad. También demostraron que el uso de este medicamento retrasa la aparición de signos clínicos como tos y síncope. 

Cardiomiopatía dilatada

La cardiomiopatía dilatada canina (CMD) es la segunda enfermedad cardiaca adquirida más común en caninos. Se caracteriza por una disminución en la contractibilidad del miocardio (disfunción sistólica) lo que lleva a que gradualmente el corazón aumente de tamaño [7]. Esta enfermedad es más prevalente en razas grandes y gigantes como Bóxer, Golden Retriever, Labrador, Gran danés, Doberman, San Bernardo, entre otros, aunque también se ha reportado en razas medianas como Cocker Spaniel y Bulldog Ingles [7].

En la mayoría de los casos se produce de manera hereditaria, aunque se ha demostrado la asociación a algunos tipos de dietas “grain free”, veganas y con deficiencia de algunos nutrientes como taurina y carnitina [8]. 

Un estudio multicéntrico realizado entre el 2006 y 2010, en 10 centros especializados en cardiología veterinaria ubicados en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, evaluó 76 perros de raza Doberman Pincher con diagnóstico de CMD en fase preclínica. Se dividieron en 2 grupos de manera aleatoria: un grupo se trató con Pimobendan y el otro con un placebo [2]. En dicho estudio se evidenció que debido a la acción directa del Pimobendan sobre la contractilidad del del miocardio, la presión dentro del corazón disminuyó, prolongando el estado preclínico de la enfermedad. Se demostró que el tiempo medio de vida en pacientes que desarrollan falla cardiaca, es 63% (9 meses) mayor en aquellos que recibieron Pimobendan comparado con aquellos que no lo tomaron [2].

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Referencias

  1. Plumb D. Manual de medicamentos veterinarios de Plumb. 2011.
  2. Summerfield NJ, Boswood A, Grady MRO, Gordon SG, Oyama MA, Smith S, et al. Efficacy of Pimobendan in the Prevention of Congestive Heart Failure or Sudden Death in Doberman Pinschers with Preclinical Dilated Cardiomyopathy (The PROTECT Study). 2012;(Dcm):1337–49.
  3. Gordon SG, Wess G, Stepien RL, Oyama MA, Keene BW, Bonagura J, et al. Effect of Pimobendan in Dogs with Preclinical Myxomatous Mitral Valve Disease and Cardiomegaly: The EPIC Study—A Randomized Clinical Trial. J Vet Intern Med. 2016;30:1765–79.
  4. Smith FWK, Tilley LP, Oyama MA, Sleeper MM. Manual of canine and feline cardiology. 5th ed. 2007. 455 p.
  5. Cardiac Education Group [Internet]. Available from: http://cardiaceducationgroup.org/education/
  6. Atkins C, Bonagura J, Ettinger S, Fox P, Gordon S, Haggstrom S, et al. Guidelines for the Diagnosis and Treatment of Canine Chronic Valvular Heart Disease. J Vet Intern Med. 2009;23:1142–50.
  7. Madron E de, Domènech O, Bussadori C. Clinical echocardiography of the dog and cat. 2015. 348 p.
  8. Walker AL, Defrancesco TC, Bonagura JD, Keene BW, Meurs KM, Tou SP, et al. Association of diet with clinical outcomes in dogs with dilated cardiomyopathy and congestive heart failure *. J Vet Cardiol [Internet]. 2021;(March). Available from: https://doi.org/10.1016/j.jvc.2021.02.001

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